lunes, 1 de julio de 2013

Papa Francisco

« Si dejamos que el amor de Cristo cambie nuestro corazón, entonces nosotros podremos cambiar el mundo. Ese es el secreto de la auténtica felicidad. Deseo elevar mi voz invitando a todos a proteger y cuidar a los niños, para que nunca se apague su sonrisa, puedan vivir en paz y mirar al futuro con confianza. Ustedes, mis pequeños amigos, no están solos.
Cuentan con la ayuda de Cristo y de su Iglesia para llevar un estilo de vida cristiano. »Benedicto XVI